Para mí, el amor solo es una grieta en el perfecto muro de la vida, una ilusión que te acecha a cometer las peores locuras, un asesino silencioso que puede acabar con tu propia vida. 
Pero muchos poetas tenían otra visión del amor,  una más hermosa y menos tétrica, así que aquí te deje los 5 mejores poemas para que le dediques al amor de tu vida.   

Déjame saber en los comentarios que piensas acerca del amor
 

1. Bendito sea el año, por Petrarca. Para el poeta, el amor es la musa del arte y toda belleza, y se transforma en el nombre de la persona amada.

Bendito sea el año, el punto, el día,
la estación, el lugar, el mes, la hora
y el país, en el cual su encantadora
mirada encadenose al alma mía.
Bendita la dulcísima porfía
de entregarme a ese amor que en mi alma mora,
y el arco y las saetas, de que ahora
las llagas siento abiertas todavía.
Benditas las palabras con que canto
el nombre de mi amada; y mi tormento,
mis ansias, mis suspiros y mi llanto.
Y benditos mis versos y mi arte
pues la ensalzan, y, en fin, mi pensamiento,
puesto que ella tan sólo lo comparte.


2. Ya toda me entregué, por  Santa Teresa de Ávila. Para la poetiza, el amor es DIOS, el más puro y verdadera muestra de amor en este mundo.
Ya toda me entregué y di
y de tal suerte he trocado,
que es mi amado para mí,
y yo soy para mi amado.
Cuando el dulce cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor
mi alma quedó caída.
Y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado
que es mi amado para mí,
y yo soy para mi amado.
Hirióme con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedo hecha
una con su Criador,
ya no quiero otro amor
pues a mi Dios me he entregado,
y mi amado es para mí,
y yo soy para mi amado.


3. Quiéreme entera, por  Dulce María Loynaz. Para la poetiza el amor debe ser completo, quiere con mis defectos porque hacen parte de mi esencia. 
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…

Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras


4. Soneto LXXXV, por Juan Boscán. Para el poeta el amor va mas allá del contacto físico, el amor es querer el alma y no el cuerpo, no importa si el amor de tu vida esta a miles de kilómetros.


Quien dice que la ausencia causa olvido
merece ser de todos olvidado.
El verdadero y firme enamorado
está, cuando está ausente, más perdido.
Aviva la memoria su sentido;
la soledad levanta su cuidado;
hallarse de su bien tan apartado
hace su desear más encendido.
No sanan las heridas en él dadas,
aunque cese el mirar que las causó,
si quedan en el alma confirmadas,
que si uno está con muchas cuchilladas,
porque huya de quien lo acuchilló
no por eso serán mejor curadas.

5. Amor verdadero, por William Shakespeare. El poeta intenta comprender el significado del amor verdadera, lo plasma y medita sobre ello, sin embargo se siente frustrado al darse cuenta que no lo ha vivido.

No, no aparta a dos almas amadoras
adverso caso ni cruel porfía:
nunca mengua el amor ni se desvía,
y es uno y sin mudanza a todas horas.

Es fanal que borrascas bramadoras
con inmóviles rayos desafía;
estrella fija que los barcos guía;
mides su altura, mas su esencia ignoras.

Amor no sigue la fugaz corriente
de la edad, que deshace los colores
de los floridos labios y mejillas.
Eres eterno, Amor: si esto desmiente
mi vida, no he sentido tus ardores,
ni supe comprender tus maravillas.